29 abril, 2007

Silvio Rodríguez: “Cuba vive un momento creador y revolucionario”


Foto: César de la Cruz/Clave Digital.


Cuba, España, México y ahora República Dominicana son los países donde el diputado de la asamblea cubana, de 61 años, ha cantado para el pueblo. Dice: “Es la manera natural de escuchar música”



Elvira Lora/Clave Digital

SANTO DOMINGO, D.N.- Silvio Rodríguez bajó raudo de un Mecerdes Benz negro custodiado por dos policías y se adentró en el camerino de Casa Teatro, que da al anfiteatro. Lo acompañaba su esposa, Niurka González, el subsecretario de Cultura, Avelino Santanley, y el productor del concierto gratuito que ofrecerá este lunes 30, José Antonio Rodríguez. La tarde del jueves 26 había llorado, pero sin dudas que en este encuentro con la prensa dominicana, un año después de tres presentaciones a casa llena en Santo Domingo y Santiago, el trovador cubano trajo el sol de la solidaridad desde La Habana, que secó lágrimas y desesperanzas.

Confesó que no se han hecho realidad las letras de "las canciones de antes -décadas del 70 y 80-, que hablan de un futuro de Cuba, un futuro que estoy esperando”. No obstante, preciso que su país "vive un momento creador y revolucionario. Es probable que los cambios no ocurran con espectacularidad. Cuba no hace las cosas ni para ser aplaudida ni para caerle bien a nadie. No van a ser espectaculares, pero van a ser a Cuba más revolucionaria de lo que es”.

Se refirió, no los principios socialistas, sino a las políticas económicas. Rodríguez reiteró su posición de que "se deben liberar las fuerzas productivas de Cuba, lo he dicho allá y aquí, en estos más de 50 años de revolución. Esos cambios no creo que sean filosóficos sustanciales, son económicos: abrirnos a experiencias diferentes”.

Dijo que tiene “mucho tiempo” sin ver al comandante Fidel Castro y que sobre su salud sabe poco. “Pero se nota que está bien de salud, a raíz de las fotos publicadas, y también de manera intelectual por la discusión de energías renovables en la que ha participado”.

Sin ánimos de dar recetas a los artistas jóvenes -“no hago cosas para que me imiten”, y a raíz de que “el mundo lleva muchos años caminando por la filosofía del egoísmo que provoca los desastres que tenemos”, dijo que “el cambio tiene que empezar con nosotros, eso nos lleva a escribir cuentos con más sentido de la solidaridad, pero sin recetas”.

Gratis, ¿ qué tanto?

Un buen día, contó ante un anfiteatro copado por más de 200 personas (los menos eran periodistas), se preguntó porqué si vive en un país donde se ha pasado la vida cantando gratis, no lo podía hacer en otros. Advirtió que no busca establecer preceptos políticos, “me refiero específicamente a lo que es mi trabajo”.

“En Cuba, desde mucho antes, me acostumbré a cantar (gratis) para que la gente escuchara las mejores canciones que hacía. Lo he hecho muchas veces en muchas circunstancias, en un barco cantándole a los pescadores. Es (cantar gratis) lo más natural del mundo, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado que para escuchar música hay que pagar, pero es natural escuchar música directamente como una contribución que hacen los músicos en la colectividad humana”.

Hasta la fecha, además de Cuba, el trovador ha actuado para las masas en Galicia, España, en 2006, y en México, el pasado domingo 22 ante 50 mil personas. No pudo lograrlo en Chile, según reportó la prensa por los altos costos que implicaba. Con respecto a este caso Rodríguez advirtió que nunca había tenido “tanta y tan mala prensa”.

Su llegada al Estadio Quisqueya, este lunes 30, se fraguó hace un año, señaló el subsecretario Avelino Stanley, cuando Rodríguez se lo propuso al presidente Leonel Fernández, quien “creó las facilidades para ese concierto”.

Pero, ¿qué tanto puede ser accesible al pueblo, si las boletas no se consiguen?, preguntó una de las fans al propio Silvio, incluso se dan más a "secretarias y empresas". Ante la mirada atónita del cantautor (no sabía que se estaban entregando boletas), Stanley explicó que las boletas, que se entregan en el pabellón del ministerio en la X Feria Internacional del Libro, garantizarán el orden, “pero no se impedirá la entrada a quienes lleguen sin boletas al Estadio”, precisó el subsecretario.

“Eso era lo que quería escuchar”, dijo Silvio Rodríguez. No obstante, en el Estadio que tiene capacidad para 25 mil personas, también se entregarán boletas, señaló el productor de "Silvio, para un pueblo trabajador", José Antonio Rodríguez.

En un comunicado de prensa se informó que las puertas del Estadio Quisqueya estarán abiertas desde las 4 de la tarde y se estarán recibiendo personas con boletas hasta las 6 de la tarde. Es a esa hora (6:00 p.m..) cuando se dejará entrar de manera organizada aguarden en las puertas de acceso.

Reconocimiento
La Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) entregó una placa de reconocimiento a Silvio Rodríguez, calificándolo de "eterno joven".

Freddy Ginebra, director de Casa de Teatro, dijo que incluirá en el libro de memorias que prepara (referente a las vivencias de la estancia de La Meriño), la primera vez que se encontró con Silvio: "Por más chistes que le hice no me habló, pero cuando subió al escenario se comunicó con tanta gente, como les habló", recuerda el encuentro sucedido hace 33 años, durante el concierto "Siete días con el pueblo".


25 abril, 2007

Silvio Rodríguez cantó en el Zócalo de Ciudad de México

Por: Laura Mendoza

La Habana (WORLD DATA SERVICE).- El cantante y compositor cubano Silvio Rodríguez cerró con un gran concierto en el Zócalo el pasado domingo tres presentaciones en Ciudad México, donde declaró sentirse emocionado por la posibilidad de "llevarle la cultura al pueblo".

A juzgar por la aceptación que tuvieron los dos conciertos del artista en el Auditorio Nacional, los pasados días 16 y 17, la anunciada actuación de Rodríguez en la mayor plaza pública mexicana la que fue abarrotada de público. Unas 40 mil personas pudieron acceder al coloso capitalino, donde el trovador repasó sus clásicos y temas de su más reciente disco "Érase que se era".

En conferencia de prensa previa a los recitales de inicios de semana en el Auditorio Nacional, el trovador lamentó la exclusión de la gente más pobre del mundo de la música y adelantó que la cita en el Zócalo sería una "velada amable".

La flautista Niurka González, esposa de Silvio, y el trío Trovarroco, quienes vienen acompañando al cantautor hace algunos años, subirán junto a su compatriota al escenario en la explanada que puede acomodar unas 140 mil personas.

Esta es la segunda aparición de Rodríguez en el Zócalo en cinco meses. En noviembre del 2006, cantó allí invitado por el ex candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador en su acto de investidura presidencial simbólica.


Fuente: World Data Service

Les da Silvio Rodríguez una canción… tras otra

MÉXICO / Notimex

El trovador cubano Silvio Rodríguez convocó a más de 40 mil personas en un concierto libre en el Zócalo capitalino, donde la víspera se manifestó en contra de la liberación del terrorista Luis Posada Carriles, declamó el poema "Halt!" e interpretó 20 canciones.

Durante dos horas el artista recibió toda clase de motivaciones, desde los clásicos, ­Silvio, Silvio! o ­Cuba libre!, hasta el "oée, oéoeoeoé, Silvio, Silvio", que aunque futbolero mostró el cariño que el pueblo mexicano le tiene.

A las 19:00 horas la flautista Niurka González, esposa de Silvio, y el trío Trovarroco arribaron al escenario frente a la Catedral Metropolitana, y después de ofrecer una entrada acústica apareció el trovador, tranquilo, afable y con la deuda de un recital en esta plaza.

Y es que en noviembre de 2006 a causa de un frente frío, tan sólo pudo deleitar con "Rabo de nube" y "Te doy una canción", al ser invitado a un acto político por el ex candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

De esta manera en la misma plaza, Jesús Valencia Guzmán, Director del Sistema Integral para la Familia (DIF) en el Distrito Federal entregó un reconocimiento a Silvio Rodríguez a nombre de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal.

"Gracias, para nosotros es normal hacer este tipo de conciertos, en Cuba lo hemos hecho siempre, no en todos los lugares tenemos la oportunidad, por eso agradecemos al Gobierno de la Ciudad por dejarnos estar de cara al pueblo", contestó el cantautor.

Esto sucedió después de cantar "Escaramujo", pieza a la que le siguieron "Claro de luna", "El papalote", y la recitación de "Halt!",

poema de Luis Rogelio Nogueras, y el cual formó parte del espectáculo que ofreció en los conciertos que le antecedieron en el Auditorio Nacional.

Asimismo, "Sinuhé", "Quién fuera", "Unicornio", "Te doy una canción" y "Angel para un final" fueron algunas de las piezas entonadas de principio a fin por los asistentes, quienes no se dejaron espantar ante la amenazante lluvia que no llegó.

Playeras, gorras, fotos, tazas y un sin fin de recuerdos se vendieron en diversos puntos del Zócalo, mientas una bandera cubana ondeaba al pie del asta con la bandera mexicana.

Otro temas interpretados fueron: "La gaviota", "Días y flores", "Pequeña serenata diurna", "El necio", "La era está pariendo un corazón" y "Mujer con sombrero".

Y mientras el trovador cantaba, cientos de cámaras de video, fotografía y celulares buscaban en mano de su dueño capturar eternamente este deleitoso encuentro.

Así, los puntos culminantes del concierto al parecer fueron todos, pues el ánimo no bajo, y al escuchar los acordes de "Ojalá" las gargantas se desgañitaron como antecediendo el final.

"Acaban de poner en libertad a un terrorista, a un asesino de inocentes en los Estados Unidos, me declaro en desacuerdo totalmente con el terrorismo, porque no hay terroristas buenos ni malos", aseveró.

La respuesta de la gente fue automática "Cuba sí, yankees no!" coreaba la masa, el aire tomó un hito de libertad y grupos de gente emitían goyas universitarias, mientras otros simplemente miraban complacidos al cantante.

"La masa" y la canción de cuna "El colibrí" sellaron el recital, un encuentro que desde hace varios años se esperaba, y que lo mismo hizo venir a la Ciudad de México a gente de Chihuahua, Zacatecas y Oaxaca, que de Francia e Inglaterra, según comentarios de algunos de los ahí presentes.

"Yo llegué desde las 10:00 de la mañana, vengo de Michoacán, leí en el periódico que vendría Silvio y no lo dude", manifestó Miriam Martínez, quien logró un lugar en primera fila a unos metros del cantautor.

Por otro lado estaba don Tomás, un hombre de 65 años, quien vive en la capital mexicana, expresó: "y llegué antes del mediodía, y me puse hasta el frente, sólo me aguanté el sol y valió la pena".

La seguridad corrió a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, del agrupamiento Femenil Cisne y de Protección Ciudadana, con ayuda de Locatel, Bomberos y la Cruz Roja. Al final se reportó saldo blanco y sin contratiempos.

Concierto Gratuito

Galería de Fotos de Pp Sulaimán.

mafo8@yahoo.com

22 Abril 2007 México DF.


23 abril, 2007

Boletin de Prensa

Boletin de prensa

Una y otra vez, Silvio Rodríguez cautiva a mexicanos

La Habana, 18 de Abril de 2007

México, 18 abril, (PL).­ Con antológicas interpretaciones de ayer y hoy, el cantautor cubano Silvio Rodríguez cautivó por segunda ocasión a miles de personas que expectantes se dieron cita en el capitalino Auditorio Nacional de México.

El autor de Unicornio azul arrancó delirantes aplausos con la interpretación de conocidos temas como Escaramujo, o Papalote, coreadas por un público que no vaciló en entregarse por completo durante casi dos horas.

"Te amo Silvio" se escuchó entre las gradas mientras el cantante, acompañado por los arpegios del grupo Trovarroco se decía un hombre feliz "(...) y quiero que me perdonen, por este día, los muertos de mi felicidad".

Los casi 10 mil espectadores que se dieron cita anoche en el concierto, al que asistió el embajador de Cuba en este país, Jorge Bolaños, cantaron, rieron y lloraron, al tiempo que dieron vivas a su país, que el cantante correspondió con vivas a México.

Vestido de negro y rasgando a ratos su guitarra, Rodríguez, quien celebra por estos días sus 40 años de vida artística, se hizo acompañar por el joven Oliver Valdés en la percusión y Niurka González, en la flauta y el clarinete.

Con voz pausada, como en un susurro, leyó un poema de su coterráneo Luis Rogelio Nogueras, una composición acerca del horror de los campos de concentración hitlerianos. "¿cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno?", preguntó.

El tema Sinuhé enmarcó el mensaje de paz, al que siguieron otros igual de conocidos como El necio, Sueño con serpientes y Óleo de una mujer con sombrero.

Nostalgia, protesta y confianza en el amor y el futuro emanaron de las letras de este cantautor, a quien la prensa local califica hoy como Su Majestad.

Una y otra vez se despidió, pero sus miles de seguidores le hicieron regresar otras tantas al escenario, en ocasiones solo, otras acompañado de sus músicos, momentos de delirio que remató con su clásico Ojalá.

En una de esas salidas Silvio pidió al público que se dejara fotografiar, a lo que sus fans respondieron complacidos con más aplausos y, por supuesto, el reclamo de más canciones.

Cerradas ovaciones le hicieron volver a escena seis veces para regalar a los asistentes La masa, "si no creyera en la balanza...si no creyera en el delirio", Unicornio azul y, por último, Colibrí, la que le cantaban su abuela y su madre para dormir, dijo.

Con un "nos vemos el domingo" cerró Rodríguez la noche del martes, en alusión al concierto gratuito que ofrecerá en el Zócalo el próximo día 22 como colofón de sus presentaciones en esta capital.


http://www.granma.cu/espanol/2007/abril/mier18/silvio-e.html

Entrega total del público a Silvio Rodríguez en el Auditorio Nacional

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando interpretó la pieza Papalote

ARTURO CRUZ BARCENAS

Silvio Rodríguez estuvo acompañado por el grupo Trovarroco

El cantante cubano Silvio Rodríguez tuvo un exitoso concierto el pasado lunes, en el primero de de una serie que ofreció en el Auditorio Nacional, lleno hasta el tope y donde estableció con el público una comunicación algo rara e interesante: a lo largo de toda la presentación cada quien pidió a gritos algunas de sus preferidas, pero el autor de Unicornio azul interpretó las que quiso. No obstante, los aplausos y la entrega del respetable se repetían cada vez con más frecuencia y más estruendosos. En un encore interminable el músico regresó en cinco ocasiones, para un total de 24 de sus temas.

Banderas cubanas ondearon. A las ocho con 42 minutos comenzó el concierto con los arpegios del grupo Trovarroco. La emoción creció alimentada por esa melodía dulce, que abrió paso a la llegada del autor, uno de los fundadores de la Nueva Trova Cubana, revolucionaria y consecuente, que ha legado cientos de canciones a los mexicanos, muchos de ellos llegaron al Auditorio Nacional para rememorar sus años ceceacheros o de pelo largo, aunque no necesariamente jipis.

Los cubanos se hicieron oír en las gradas. Se escuchó cantar a Silvio: "Yo vivo de preguntar; saber no puede ser lujo". Se trata de socializar el saber, y eso es algo natural en los niños, que siempre preguntan. Hace un repaso a la historia. "Soy un niño que pregunta". Silvio quiso ser ese niño, cuya curiosidad le hace aprender.

Remembranzas

Escaramujo, que con Piero iba a dar lugar a un disco que nunca salió, pero quedó ese tema. Sigue con una habanera. La música tiene un ritmo lento. "En el claro de la luna... mi guardiana de la suerte... sueña..." Trovarroco sonó armónico. Surgió una emoción juvenil, la de aquellos años, cuando el mundo era bipolar.

Papalote, uno de los momentos más emotivos de la noche. La historia del viejo borracho, personaje del pueblo, de los trajines juveniles. "Cae, cae, cae". Cae el borracho. Ante la gritería que pedía ésta o aquélla, Silvio pidió paciencia. "Bueno, si tienes un poco de paciencia". No es tanto lo fan, sino que esa música ha acompañado a miles de asistentes a lo largo de su vida, y eso debe entenderse.

"Ahora voy a cantar una que escribí hace años y que incluí en un disco reciente. Un asombro. Rodríguez es un autor que habla de estrellas, de la necesidad de cuidar el cielo, de idiomas perfectos por descubrir. Prosigue con un poema de Rogelio Noguera, de 1879, duro, drástico, pero no había de otra, pues es una composición épica sobre el holocausto, de hornos, de incineración, de presos, de miradas de niños aterrorizados. Una pregunta remató el poema y la lectura de Silvio: "¿Cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno?" "¡Qué solo está Sinhué!" La soledad es estar sin amor y sin fe.

La música tropical para un corazón que se ahoga de ternura. El son del corazón que bombea sangre con ritmo cálido. Desangrado son corazón.

"¡Canta las que quieras!", se escuchó de alguien que ya para esa hora sabía que Silvio no lo complacería. "Hay uno que me comprende", bromeó el músico. "Hay algunas libertades que me tomé."

Rindió homenaje a Vicente Garrido y al pintor Marco Huerta: Pedacito de papel al viento. Vuela mariposa muerta. Trovarroco, el trío de Villa Clara, "la ciudad célebre que tomó el Che Guevara", comentó Rodríguez. El joven Oliver Valdés en las percusiones y Niurka González en la flauta y el clarinete.

"Está buscando una palabra... corazón en fuga..."

El grupo de músicos tocó Chan Chan, en otro homenaje, éste para Compay Segundo. Regresó Silvio solo. Con su guitarra interpretó Unicornio azul, una de las más esperadas. Al final, un coro se escuchó celestial, sin exageraciones.

La sorpresa

Más gritos, más solicitudes. "¿Llevan prisa?", preguntó Silvio. Todo empezó en la sorpresa. ¿A dónde te marchas, canción de la brisa? ¡Bravo por ustedes! ¡Vivo en un país libre! ¡Viva Cuba! ¡Viva Fidel! Amo la mujer, soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen, por este día, los muertos de mi felicidad. Mi sombra, híper conocida. La era está pariendo un corazón. Se despidió. Regresó. "¿Quieren Ojalá?", preguntó con cierta modestia. Eran las 22:16, y vino Ojalá, que algunos no cantaron, sino se desgañitaron, sin exageraciones.

Silvio cantó la rola de pie, con una mano en el bolsillo del pantalón. Cual niño bueno.

22:20. Otro regreso. Parece que sólo habrá esa. Sólo una más, pero no. La maza. Si no creyera en la balanza... sino creyera en el delirio, ¿qué cosa fuera la maza sin cantera?

Otra vez se fue. De nuevo los aplausos. Volvió. Y otra vez con Verónica del mar. Ya eran las 22:53. Ahora sí se fue. Cantó la primera pieza que escuchó en su vida, que las abuelas cubanas cantan, susurran, a sus nietos, y las mamás a sus hijos: El colibrí, una composición de cuna.

Tras cinco encores, Silvio se fue a las 11 de la noche.

Décimas para Silvio Rodríguez

Debe de ser muy cabrón
Cargar con un nuevo niño
Desempolvar el cariño
Que merece la ocasión
Ver que ha llegado un ladrón
A robarte lo más tuyo
A sacarte del capullo
Donde guardabas tu vuelo
Para quitarte lo abuelo
Mientras le brindas arrullo.

Mientras le brindas arrullo
Al ser de tu mismo ser
Debe sentirse placer
Acompañado de orgullo
Debe escucharse el murmullo
Que de la profundidad
Alcanza la infinidad
Y sientes que se transforma
Y ves como se conforma
Un canto de libertad.

Un canto de libertad
Es amar a tu criatura
Y ni toda tu artistura
Ni siquiera tu verdad
Harán de tu voluntad
Fuerza, virtud y nobleza
Frente a la naturaleza
La inteligencia no existe
Aunque pienses que viviste
No sabes cuando se empieza.

No sabes cuando se empieza
El tiempo no se termina
Tú solamente camina
De su mano con terneza
Que si por algo tropieza
Recuerde que estás ahí
El punto sobre la i.
Los acentos en las úes
Sobre todas las virtudes
Engendrar el porvenir.

Marcial Alejandro

http://www.jornada.unam.mx/2007/04/18/index.php?section=espectaculos&article=a10n1esp