El trovador Silvio Rodríguez visitará el próximo viernes, por vez primera, El Salvador, un país con el que tiene muchos puntos de contacto, especialmente a través de Roque Dalton y la canción Unicornio azul. Su gira incluirá también a Guatemala y Nicaragua.
Unicornio azul, una de sus canciones más famosas, tiene tras sí una apasionante historia. "Todo comenzó -recuerda- por un amigo querido que tuve, un salvadoreño llamado Roque Dalton, quien además de magnífico poeta fue un gran revolucionario".
Roque tuvo varios hijos, entre ellos Roquito y Juan José. A este último lo encontré hace poco y me contó que en las montañas de El Salvador, junto a la aguerrida tropa de los humildes, trotaba un caballito azul con un cuerno.
"A través de Radio Habana Cuba había escuchado una canción algo rara de Silvio -rememora-, que no me parecía una expresión tradicional de su música de trova. Ya en La Habana, Silvio tomó la guitarra y cantó Unicornio azul, lloré porque identifique al unicornio con mi hermano y con todos aquellos hermanos y amigos caídos en la lucha".
Según aseguran sus amigos, Silvio es un amante de la ciencia ficción, de la magia y no es casual que haya redescubierto a ese animal tan sugestivo.
De su Unicornio azul existen varias historias, desde las más extraordinarias hasta las más bellas y mágicas. Algunos hablaban de una figurita de porcelana de un unicornio azul, extraviada.
"Luego pasó el tiempo -relata Juan José Dalton-, y Silvio relacionó su canción con El Salvador, y con legítimo orgullo por causa mía (lo hice sin proponérmelo, pero Silvio es poeta). Todo comenzó una noche de abril de 1982, cuando regrese a Cuba después de la odisea que viví en El Salvador, mi estancia en la guerrilla y en la cárcel".
El pianista y compositor Frank Fernández estima que esa es una de las canciones más maravillosas de Silvio. "Para mí fue un gran placer, primero escucharla, y luego ejecutarla junto con él".
El arreglo es de José Maria Vitier, un bellísimo arreglo, añade. Cuando tuve que tocarla me di cuenta de que no solamente era una canción fina y mágica, sino muy difícil por sus giros.
Por su parte el crítico Frank Padrón apunta que Unicornio azul es la canción más polémica de la Nueva Trova, también una de las más hermosas. El arreglo de Vitier comprende un virtuoso acompañamiento pianístico, que matiza la belleza de la melodía, opina.
Hubiera preferido un "tempo" un poco menos lento, agrega, pero la poesía de este número está complementada por todo el trabajo musical, que cierra con un giro a toda orquesta. Mantiene de principio a fin un tono fabuloso y tierno en un pequeño cuerpo literario que lo ha hecho trascender a todo tipo de sensibilidades y culturas, pese a su presunta dificultad. Es un homenaje al pueblo salvadoreño, la paz, la musa, la poesía, entre otras de sus muchas lecturas.
Silvio afirma que Unicornio azul es la poesía y la poesía no puede ser explicada. "Debemos conformarnos con sentirla. Yo creo que toda obra de arte sugiere algo distinto al que disfruta de ella. A mi el Unicornio me sugirió las cosas mas inconcebibles. En primer lugar me recordó vivencias mías. ¿A quién no se le ha escapado alguna vez un unicornio? El unicornio fue una oportunidad, una persona, un ser amado, un hijo que se extravía, se pierde".
Silvio viaja este febrero a El Salvador para encontrarse con el unicornio azul, el espíritu de Roque Dalton y de la poesía.
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