31 octubre, 2009

Estrenan la obra teatral Y sin embargo, se mueve

Dirigida por Carlos Alberto Cremata, la muestra cerró la jornada inaugural del XIII Festival Internacional de Teatro de La Habana José Luis Estrada Betancourt

por
estrada@juventudrebelde.cu

30 de Octubre del 2009 0:07:57 CDT

No pudo haber tenido mejor colofón la jornada inaugural del XIII Festival Internacional de Teatro de La Habana que el estreno, por La Colmenita, de Y sin embargo, se mueve, original de Alexander Jmélik, y dirigida formidablemente por Carlos Alberto Cremata.

La magnífica puesta en escena de Y sin embargo... tuvo lugar en el Teatro de la Orden Tercera, donde fue ovacionada por un público que rió, lloró, pero, sobre todo, reflexionó, y en el que se encontraban el titular de Cultura Abel Prieto Jiménez y el cantautor Silvio Rodríguez, cuyas canciones les fueron tomadas «prestadas» al autor de El problema y La maza.

Finalizada la función, Silvio se acercó a esos pequeños que juegan de una manera muy seria al teatro, y los felicitó. «Es muy importante decir cosas como estas. Si lo dicen los mayores o aquellos que son un poquitín más jóvenes que ustedes, levanta sospecha. Pero, de los niños... ¿quién va a desconfiar?»

Y sin embargo..., que estará en cartelera en ese propio espacio hasta el próximo lunes, siempre a las 6:00 p.m., excepto este domingo (4:00 p.m.) se estrenó después que el XIII Festival abriera oficialmente en el Centro Cultural Bertolt Brecht, donde primero la Ópera de la Calle convocó a un público entusiasta para luego dar paso a un sobrio espectáculo que tuvo como centro a Carlos Pérez Peña, premio nacional de Teatro 2009.

Pocos minutos bastaron para que jóvenes y consagrados actores nos mostraran cómo permanece muy viva la escena cubana; cómo acoge desde lo más universal hasta lo indiscutiblemente cubano.

Abiertas están ya las más de 15 salas capitalinas y las de Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos, que convidan a apreciar las cerca de 60 obras del patio y foráneas que evidenciarán que a 50 años de Revolución, el teatro cubano —tema del coloquio que comienza hoy— se mueve... ¡y de qué manera!


Magníficas las actuaciones del pequeño Olito Tamayo y de Yanín Penalba en Y sin embargo, se mueve. Fotos: Raúl Pupo

29 octubre, 2009

Comienza esta tarde XIII Festival de Teatro de La Habana

jueves, 29 de octubre de 2009
AIN

Por: Octavio Borges Pérez



El XIII Festival de Teatro de La Habana será inaugurado oficialmente hoy a las cuatro de la tarde en el Centro Cultural Bertolt Brecht, en esta capital.



El espectáculo se iniciará con una actuación del grupo Opera de La Calle, y después en la sala Tito Junco se presentarán un destacado grupo de actores cubanos, quienes bajo la dirección artística de Carlos Díaz ofrecerán avances de lo que propone esta edición.



Dedicada a los 50 años del teatro en la Revolución, a la cita concurren agrupaciones de 17 países, las cuales junto a la delegación cubana, protagonizarán cerca de un centenar de puestas en escena, hasta el próximo ocho de noviembre.



La primera obra en subir a las tablas, hoy a las siete de la tarde en el Teatro de la Orden III del Convento de San Francisco de Asís, será “Y sin embargo se mueve”, un estreno del grupo La Colmenita basado en la música y los textos del trovador Silvio Rodríguez.



En un breve aparte con la AIN, Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenita, adelantó que esta función será por invitación, pero que el público podrá disfrutar la obra desde mañana hasta el domingo, siempre a partir de las seis de la tarde.



Explicó que los propios niños actores interpretaran en vivo las canciones de Silvio, en una obra que apuesta por el mejoramiento humano, el valor de la fantasía y de las cosas aparentemente pequeñas.


La parte cubana está integrada por obras representativas de este medio siglo de teatro en Revolución, y serán presentadas en todas las salas capitalinas, además de las subsedes de Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.



El evento teórico se realizará del 30 de octubre al siete de noviembre, en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Casa del ALBA y la Casona de Línea.



En él se debatirán temas como Teatro musical contemporáneo, Teatro y compromiso político, Stanislavski siempre, y Teatro alemán contemporáneo: creación y reflexión crítica, entre otros.



Además se impartirán talleres para estudiantes en varios espacios como el Instituto Superior de Arte, las escuelas Nacional de Arte y de Instructores de Arte, y la Fundación Ludwig.

05 octubre, 2009

Bienaventurada (escrito por Silvio)

Quizá la había visto antes en Cuba, pero siempre me ha parecido que conocí a Mercedes Sosa en el estadio de béisbol de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, una noche de diciembre de 1974. Ella se incorporaba a “7 días con el pueblo”, un festival de canción comprometida que se venía celebrando desde hacía dos o tres jornadas. Aquella noche las luces del estadio parecían romper la oscuridad y el pueblo reclamaba a sus cantores. En el pequeño espacio en que nos apretábamos los que esperábamos turno, me las arreglé para ubicarme al lado de ella, presentarme y decirle lo que la admiraba. Por último, azorado de mi propia locuacidad, tuve la mala pata de brindarle un trago, que rechazó arrugando la nariz. Mal comienzo, me dije.

La recuerdo otra noche, también recién llegada, en este caso a Cuba, para más señas en Casa de las Américas, ella junto a nuestra amiga común, Haydee Santamaría. Fuimos un grupito de cantores a recibirla, a gozar del privilegio de tenerla cerca por un rato. Por entonces la acompañaba un asombroso guitarrista que llamaba Pepeto, el que lamentablemente no mucho después falleció. Entre Mercedes y Pepeto, más que conjunción, había un estado de gracia.

La recuerdo también en Managua, en un Festival por la paz. Estaban Alí Primera, Chico Buarque, Isabel Parra, Daniel Viglietti, los hermanos Mejía Godoy y muchos más. Pocas veces como aquel día tuve un flujo de comunicación tan intenso con Mercedes. Fue algo extra verbal, una empatía poderosa que ocurrió entre ella y yo. Alguien que pasaba nos hizo un par de fotos que recogen un poco el momento. Siempre que las veo me estremezco.

A principios de los años 80 me designaron para presentarla en Varadero, en uno de los dos festivales de la canción que dirigió la Nueva Trova. Y a mí, que tanto me corto en esos lances y que salgo sin guión, se me ocurrió decir que se trataba de alguien cuyo nombre era oro en la historia de la canción latinoamericana... Me acuerdo que mientras la ovacionaban yo me bajé de allí con la sensación de haber dicho una estupidez, por comparar a Mercedes con el también llamado vil metal.

Hoy, con el dolor de la pérdida presente, lejos de aquel agitado Varadero, me doy cuenta de que dije lo correcto. Mercedes ―como Yupanqui y Violeta― es oro sustancial de las raíces de Los Andes, tesoro de nuestro patrimonio sin tiempo.

Bienaventurada es Mercedes Sosa.