24 julio, 2007

La estela de un canto vigoroso que ya tiene 40 años

Alina Martínez C. (AIN)

Hace ya 40 años, la Revolución Cubana y su prestigiosa Casa de las Américas iniciaron en esta fecha el Primer encuentro internacional de la canción protesta.

La respuesta a esa convocatoria en un momento especialmente convulso en el mundo, trajo a La Habana a creadores de 16 países de cuatro continentes. Fue una cita que colocó en primer plano el compromiso de los artistas con la realidad.

Revisar la prensa del momento es palpitar con la efervescencia revolucionaria de esos días de lucha en aquel verano de 1967 en Cuba, toda solidaridad con el pueblo vietnamita agredido por la guerra del imperio norteamericano, el despliegue de su diplomacia en defensa de los ataques yanquis, y el encuentro de músicos con un canto de unidad que dejó una estela aun vibrante.

La canción es un arma al servicio del pueblo, no un producto de consumo utilizado por el capitalismo para enajenarlo, precisa la declaración final de ese encuentro de cantores, principio con plena vigencia hoy transcurridas cuatro décadas.

Hasta el ocho de agosto se extendió esa cita en la que los participantes analizaron aspectos que definen esos mensajes musicales de extracción popular, plenos de identidad cultural, contra la discriminación racial y a favor de la Revolución cubana.

Hubo conciertos aun recordados, con cantautores como el uruguayo Daniel Viglietti, la norteamericana Bárbara Dane y el cubano Carlos Puebla y su grupo, que dio a conocer su obra hoy conocida en el mundo, Hasta siempre Comandante, dedicada al Che, y visionaria, en tanto meses después sucedería el vil asesinato del guerrillero heroico en Bolivia.

Junto a ese gran movimiento disperso que se encuentra en La Habana y toma conciencia de la necesidad de la denuncia y decir con la canción temas que le interesan al pueblo, existe una nueva hornada de jóvenes creadores en Cuba y otros países de América con inquietudes similares.

Ya Silvio Rodríguez se comenzaba a conocer en el ámbito universitario, entre amigos, y las canciones grabadas con dificultad en recitales improvisados comenzaban a circular. También Pablo Milanés inicia su incursión en temas de más contenido social. Confluyen junto a Noel Nicola y Vicente Feliú, en su quehacer renovado y creador.

Precisamente de ese Primer encuentro internacional nace el Centro de la canción Protesta, en Casa de las Américas, que comenzó a funcionar ya en octubre del propio 1967. Era la continuidad de lo acordado y Haydée Santamaría fue una de las impulsoras de ese movimiento en defensa de la canción comprometida.

Este año, la Feria internacional Cubadisco recordó los 40 años de ese hecho catalizador en la música cubana y de otros países, con un foro que agrupó a participantes en aquella cita y a noveles trovadores y cultivadores de lo mejor de la música popular. Fue un lindo homenaje que tendrá continuidad en la fiesta del disco en el 2008.

Al recordar ahora los 40 años de ese foro cultural, no se puede menos que agradecer ese canto vigoroso, bello y muy cercano al sentir de los pueblos legado hasta hoy, multiplicado en Cuba en un movimiento que sigue y seguirá siendo la nueva trova, la de siempre.

http://www.adelante.cu/noticias/27/7/24/cultura.Canto.php